Los Browns llevan exactamente un año sin una victoria. Un. Año.
El 31 de diciembre de 2015, Isaiah Crowell corrió para 145 yardas y dos anotaciones y la defensa de los Browns acumuló nueve capturas para una victoria por 24-10 sobre los 49ers. El quarterback titular dicho día para Cleveland era: Johnny Manziel.
"We found a way."
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— Cleveland Browns (@Browns) December 13, 2015
El archivo social (Twitter) ofrece una confirmación de que una victoria de los Browns es algo que ocurrió en el pasado distante, pero no muy distante.
“Esta es la sensación más grande”, le mencionó el entrenador Kike Pettine a los jugadores en los vestidores después del juego. “Disfrútenlo. Saboréenlo. Guárdenlo. De eso se trata este negocio.”
Los Browns de hoy prácticamente no se parecen en nada a los del pasado diciembre. Pettine es historia antigua. Manziel ha desaparecido. Varios de los jugadores centrales del equipo salieron del equipo el año pasado. Pero no el pobre Joe Thomas, por supuesto, quien sentimos que puede ser una víctima del Síndrome de Estocolmo.
Los Browns han perdido 16 al hilo, van 1-23 en sus últimos 24 juegos y 3-31 desde que Brian Hoyer guió a Cleveland a un inicio de 7-4 en 2014. Esta es una franquicia viviendo una pesadilla de la que no pueden despertar.