El club Barcelona es de muchas formas un símbolo: es el líder mundial del estilo de juego tiquitaca y también simboliza la academia juvenil La Masía, pero más que nada significa independencia, la representación de Cataluña como un estado autónomo e independiente.
Hemos tenido tres derbis catalanes hasta la fecha y todos han sido diferentes, en cuanto al fútbol y a la atmósfera, excepto por una cosa: el grito por independizarse de España era el factor común. La multitud en el Camp Nou y en el Estadi Montilivi sentían exactamente lo mismo.
Los tres clubes catalanes, Barcelona, Espanyol y Girona, apoyan el deseo independentista de los ciudadanos catalanes. Cataluña ha definido a España de más formas que solo por el fútbol, ya que representa 16 % de la población española y 19 % del producto interno bruto del país.
A lo largo de su historia, los catalanes han tenido bastantes problemas. Durante la dictadura de Francisco Franco, el gobierno español los suprimió durante más de 30 años y, después de su muerte, el nuevo gobierno les otorgó autonomía.
El intenso deseo de independencia aún está en el corazón de los catalanes, igual que el sentimiento de sentirse explotados, así que es momento de liberarse del yugo del gobierno español.
Ahora tienen una ventaja, pues los clubes de fútbol más grandes de España están con la gente de Cataluña en el liderazgo por la independencia de la región. A pesar de que los clubes pueden enfrentar repercusiones por estas acciones, las personas son más importantes que el fútbol.