Muchos son los jugadores a lo largo de la historia del futbol americano que han quedado fuera de actividad debido a una lesión, algunos golpes han dejado a ciertos profesionales parapléjicos, otros más han impedido que los jugadores continúen con su vida después del emparrillado debido al daño cerebral, siendo sin duda el menor de los daños, impedir que se siga jugando. El caso de Zach Miller, sin duda le impedirá volver a las tacleadas.
Durante un lanzamiento del QB Mitchel Trubisky, el tight end de Chicago intentó atrapar el ovoide y se lastimó de manera poco afortunada para su causa, al grado de abandonar la cancha del Mercedes Benz Superdome durante el 3er cuarto con la rodilla izquierda dislocada, llevando la mayor de las preocupaciones más allá de lo visible, pues una arteria resultó dañada gravemente.
Los árbitros marcaron pase incompleto y se anuló el Touchdown que se había concedido en un principio, sin embargo, eso fue lo menos importante, pues de inmediato se le realizaron estudios en la extremidad al jugador y este ingresó al quirófano lo más pronto posible, pues la arteria debía ser reparada.
Zach Miller tiene 33 años de edad y sin duda perderá más que el resto de la temporada, pues podría despedirse de toda movilidad e incluso la prensa ha rumorado que podría llegar a perder la pierna.
El ofensivo de Chicago se mantiene en recuperación y se verá su evolución en los próximos días, sin descartar una nueva cirugía.