Kevin Magnussen no lee lo que escriben sobre él y no le interesa lo que otros piensen de él.
El piloto danés ha forjado dos reputaciones diferentes desde que se unió a Haas al inicio de 2017: una por su conducción recia y competitiva y otra por molestar a sus rivales dentro y fuera de la pista. El Jefe de Haas, Guenther Steiner, considera que la segunda ha llevado a los rivales a “agrandar” los incidentes con él y se ha vuelto común el oír a los pilotos quejarse de que Magnussen los bloquea durante las sesiones de práctica libre o de calificación.
Pero las dos reputaciones van de la mano. Las quejas enfocadas a Magnussen no solo se deben a que su auto ocasionalmente sea una barricada en las sesiones de práctica.
El año pasado, después del Gran Premio de Hungría, la tensa batalla rueda a rueda con Nico Hulkenberg de Renault, fue notoriamente el punto que inició todo. Cuando se realizaban las entrevistas para televisión posteriores a la carrera, Hulkenberg buscó a Magnussen, le dio una palmada en la espalda y sarcásticamente lo felicitó por la pelea: “Una vez más, el piloto menos deportivo de la parrilla”. Magnussen respondió inmediatamente con lo que se volvió una sensación viral, capturada por la prensa danesa que lo esperaba: “¡Chúpame las bolas, amigo!”.
Magnussen parecía muy intrigado por la enorme atención que esa cita obtuvo en ese momento, pero dio una buena idea de la mentalidad de uno de los más emocionantes nuevos talentos de la F1.
Mientras que no conduzca más allá de lo que considere ser el límite de lo correcto, tendrá poco tiempo para las críticas.
“No me interesa lo que otros pilotos piensen de mí”, dijo el danés. “Pueden decir lo que quieran”.
Luego pausó, para hacer referencia a un incidente antes del Gran Premio de España, cuando se sintió obligado a clarificar una cita dada antes de la carrera anterior en Bakú que circuló después de dicha carrera y después de que el piloto de Toro Rosso, Pierre Gasly, lo etiquetara como el rival “más peligroso” al que se haya enfrentado.
“En cierto grado, por supuesto. Si hay algo como eso en donde una historia fue mal contada, me representó como algo que no me gusta y estuvo mal, muy mal, y hace parecer como si quisiera morir en el auto, lo cual está muy mal. Pero a menos que sea algo así, algo que no es correcto, no me importa lo que los demás digan.”
Magnussen inició la plática diciendo que los jueves, el día que tradicionalmente se reserva para los compromisos con los medios, era la peor parte de ser un piloto de Fórmula Uno. Incluso después de un buen resultado, siempre parecía tener la guardia arriba durante las sesiones de prensa, como un boxeador esperando recibir un golpe repentino de un oponente. Los periodistas daneses, que pasan más tiempo con el piloto de Hass que la mayoría de nosotros, a menudo hablan del reto con el que se topan al tratar de derribar esa barrera y hablar con el verdadero Kevin Magnussen.
Algunos pilotos se esfuerzan frente a los medios, algo que puede ayudar a un piloto que se tiene que enfrentar a una serie de titulares negativos por algún incidente o error. Incluso puede haber ayudado a Magnussen a obtener una imagen diferente en los últimos pocos años.
Nuestra plática previa al Gran Premio de España fue amigable, cordial, ocasionalmente de buen humor, pero a lo largo de ella continuaron las precauciones, Magnussen es un hombre que no está dispuesto a seguir el juego que acompaña al negocio de las carreras.
“Yo me enfoco en el equipo y bloqueo todo lo de los medios externos, porque es tan irrelevante e incontrolable. Hay tantos medios diferentes en Internet, que toman de los medios grandes y crean su propio pequeño artículo a partir de ello y lo cambian en algo que no es. Nunca hay una sola historia a partir de una entrevista, siempre hay tantas historias diferentes.”
“Por lo general me mantengo al margen. No veo los medios sociales. Tengo a gente encargada de eso así que cuando sea que quiero publicar algo se lo envío a estas personas para que yo no tenga que ver las apps.”
Luego se detuvo antes de continuar, con una media sonrisa, gesticulando vagamente hacia mí: “No veo los sitio web, lo que escriben y todo eso. Es una distracción, es innecesario, porque uno no lo puede cambiar. Así que esa parte es realmente una parte de este trabajo que es muy irrelevante para mí ya que puede ser realmente frustrante si dejas que entre a tu mente.”
Me pareció justo y sin sentirme ofendido, es claramente una táctica que le funciona. Al igual que todos su rivales, Magnussen es un hombre que se siente verdaderamente cómodo en un ambiente: con la mica abajo, con las cubiertas de los neumáticos removidas, el motor encendido y sentado en la cabina listo para correr.
“Considero que esa es la única forma de hacerlo. Todo está fuera de mi control de cualquier manera, me resulta tan difícil el controlar lo que sale a los medios y cómo sale, por lo que es mejor para mí simplemente decir lo que pienso en la pista y dejarlos que hablen.”
Magnussen está disfrutando de lo que es, según sus propias estimaciones, su mejor desempeño de su carrera profesional. Por primera vez está en un equipo una segunda temporada. El fue duramente liberado por McLaren al final de su temporada de novato cuando firmó a Fernando Alonso para 2015 y retuvieron a Jenson Button. Después de estar una temporada esperando pudo llegar a Renault, pero su equipo no pudo darle un contrato por varios años el cual terminó por encontrar en el escritorio de Gene Haas iniciando en el 2017. Es una decisión que lo fortalece.
Cuando se le preguntó si el ambiente en Haas, el equipo más nuevo de la parrilla, lo hace sentirse más cómodo en el auto, él mencionó: “Definitivamente… es un bonito ambiente para estar y cuentas con mucha confianza por parte del equipo y un compromiso que no había tenido antes. Eso hace que estés más relajado al correr.
“No me siento restringido, me siento libre para explorar los límites y eso es diferente en comparación con los otros equipos en los que he estado. Me sentía bajo mucha presión en los otros equipos, por diferentes razones, especialmente en McLaren. Me siento verdaderamente en buen lugar con este equipo, en mi segundo año.”
Hay claramente un buen ambiente en el equipo. Magnussen rubricó su conducción logrando el sexto lugar en el Gran Premio de España con un mensaje para el pit wall personificando al jefe del equipo, Guenther Steiner, algo con lo que el par bromeó después de la carrera durante la sesión de medios posterior. La tranquilidad y la sensación de estar contento con el equipo de Magnussen es un fuerte contraste con la figura frustrada de su coequipero Romain Grosjean.
Aunque Magnussen se unió a Haas debido a la opción a largo plazo que le proporcionaba el cambio, para Grosjean el cambio al equipo de F1 de América fue para ponerse a la vista de Ferrari, siendo el socio técnico y proveedor de motores del equipo. Si uno fuera a apostar por cualquiera de los dos ahora, uno apostaría que Magnussen, y no Grosjean, por tener la mejor oportunidad de llegar a uno de los equipos premier de la parrilla con la reputación y el nivel con los que cuenta actualmente.
Las pláticas sobre su futuro con Hass aún no empiezan del todo. Cuando le pregunté sobre su siguiente paso, voltea a ver todo alrededor del hospitality de Haas en la cual se siente como en casa y admite que es un lugar del que no tiene prisa por dejar.
“No sé cuáles son las expectativas o lo que sea, pero estoy contento donde estoy en este momento. Uno nunca sabe lo que va a ocurrir en el futuro pero me siento muy cómodo con mi equipo y considero que aprecian el trabajo que realizo y realmente aprecio el ambiente que tenemos aquí.”
“Por supuesto, también tenemos un auto competitivo, así que ya veremos… por supuesto, si alguna vez tengo la oportunidad en un equipo de alto nivel para pelear por el campeonato entonces por supuesto que cualquier piloto con ambición querría dicha oportunidad. A menos que eso ocurra, estoy muy contento actualmente.”