El mundo del tenis se alteró toda la semana siguiente a la final del Abierto de los Estados Unidos entre Serena Williams y Naomi Osaka del fin de semana pasado. El partido estuvo cargado de tensión entre Williams y el juez de silla Carlos Ramos, a quien Williams llamó “ladrón” después de que la acusara de hacer trampa.
Williams, a quien no se le conoce por contenerse, arremetió contra Ramos y lo criticó verbalmente durante todo el partido. A final de cuentas le costó una serie de sanciones, posiblemente el partido, y una multa de 17 000 dólares ($10 000 por abuso verbal contra el juez; $4000 por recibir una advertencia sobre asesoramiento; y $3000 por romper una raqueta).
Williams alegó que a sus homólogos masculinos se les ha tratado con más lenidad cuando han ventilado sus frustraciones contra los árbitros. Además, con frecuencia reclama que se le trata de forma injusta en relación con el deporte, por ejemplo se le hacen pruebas de drogas más veces que a ningún otro jugador masculino o femenino.
Esta no es la primera vez que Williams tiene problemas en la cancha, tal vez la más notoria fue en 2009, en la semifinal del Abierto de Estados Unidos contra Kim Clijsters. Después de una falta de pie de Williams que le dio a Clijsters dos puntos para partido, Williams descargó su furia que incluía una amenaza a las jueces de línea de “meter esta pelota por tu garganta”. En esa ocasión Williams recibió una multa de 82 500 dólares y el punto de penalización otorgado le costó el partido.
En medio del debate sobre si los hombres son tratados con más indulgencia, aquí están algunos de los exabruptos masculinos más grandes de la historia del tenis.
Andy Murray
En el Masters de Cincinnati de 2016 en Ohio, el tenista británico Andy Murray pateó la pelota contra la cabeza de un árbitro y no sufrió ninguna consecuencia por sus acciones. El árbitro se agachó, sacudió la cabeza y dejo pasar el incidente. Esto sucedió a pesar de que el reglamento de la ATP indica, “Los jugadores no patearán, golpearán ni lanzarán una pelota de tenis con violencia, de forma peligrosa o con enojo mientras se encuentren en las instalaciones del torneo excepto en la búsqueda razonable de un punto durante un partido”. Murray continuó jugando y ganó el partido.
Jimmy Connors
El cinco veces campeón Jimmy Connors disfrutó de una brillante racha durante el Abierto de los Estados Unidos de 1991, excediendo por mucho las expectativas para el entonces jugador de 38 años. Sin embargo, aunque su actuación pudo haber sido agradable, se encontraba claramente muy frustrado.
En la cuarta ronda del torneo, perdiendo por un set, hizo un pase que salió de la cancha y que fue indicado por el juez de silla, dando un punto para set a su rival Aaron Krickstein lo que podría darle a Krickstein dos sets de ventaja. Connors descargó un ataque verbal contra el árbitro, llamándolo en repetidas ocasiones “un aborto”. Connors ganó después los siguientes tres puntos para igualar el partido, además de seguir atacando al árbitro nuevamente en el transcurso del partido, para finalmente ganarlo.
La década anterior vio a Jimmy Connors y John McEnroe batallar en el Reto Michelob Light de 1982. Después de pelear un poco con McEnroe, Connors dijo, “Me temo que los guantes de boxeo están por salir”. Se intercambiaron palabras y McEnroe le preguntó con calma a Connors si iba a golpearlo. Connors casi muerde el anzuelo, sacudiendo su dedo mientras cruzaba la red para pararse cara a cara con su rival.
Roger Federer
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El usualmente tranquilo Roger Federer fue famoso por perder los estribos en la final del Abierto de Estados Unidos de 2009 contra Juan Martín Del Potro.
El partido estaba empatado a un set, y cuatro contra cuatro en el tercer set cuando el golpe de Del Potro se juzgó como fuera. Del Potro se tomó su tiempo antes de desafiar la resolución, lo cual desencadenó una explosión sorpresiva de Federer.
Volteando hacia el árbitro Jake Garner, Federer gritó, “¿Que no hay reglas para esto? A mí no me permitieron desafiar después de dos segundos. El tipo se toma, como, 10. No puedes permitir que esto suceda”. El árbitro le pidió a Federer que mantuviera la calma, a lo que respondió: “No me digas que me calme, OK? Cuando quiera hablar, hablo. No me importa un c***** lo que él haya dicho”.
Del Potro pasó a ganar el partido 3-6, 7-6, 4-6, 7-6, 6-2. Durante todo el partido, Federer nunca recibió ninguna amonestación y se le multó con solo 1500 dólares. Este incidente fue solo unos días antes de que Williams recibiera una multa de 10 000 dólares por su enfrentamiento con Kim Clijsters.
Andre Agassi
Allá en 1991, la leyenda del tenis Andrew Agassi, llamó al árbitro Wayme McKewen un “hijo de p**” y le escupió durante un partido de segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. McKewen inicialmente castigó a Agassi con un punto de penalización, pero el supervisor anuló la decisión y estuvo de acuerdo en que Agassi había escupido de forma no intencional. Sin embargo, más tarde Agassi recibió una multa por 3000 dólares.
John McEnroe
John McEnroe fue famoso durante toda su carrera por su temperamento. Una de las multas más grandes que jamás se han recibido fue durante la final del Abierto de Estados Unidos de 1987, cuando se le multó por la enorme cantidad de 17 500 dólares y se le suspendió durante dos meses de jugar por usar palabras soeces y criticar decisiones.
Tres años después, en el Abierto de Australia de 1990, fue el primer jugador en la era de los Abiertos en ser expulsado de un partido de Grand Slam. Evitó jugar en Melbourne la mayor parte de casi toda su carrera, pero viajó a Australia a finales de su carrera para el Abierto de Australia y se decidió rápidamente a dejar su huella. Durante la cuarta ronda, miró amenazadoramente a una juez de línea, rompió una raqueta, y dedicó algunas palabras selectas al árbitro del torneo. Sin embargo, McEnroe ignoraba que las reglas de conducta habían cambiado y habían reducido el número de advertencias necesarias para una descalificación de cuatro a tres. La decisión lo tomó por sorpresa, pero más tarde dijo que lo entendía.
Hablando con los reporteros del momento, McEnroe dijo, “No me siento bien al respecto, pero no puedo decir que esté totalmente sorprendido”. Si hubiera sabido las reglas, es probable que de todas formas hubiera roto mi raqueta, pero probablemente no le hubiera dicho lo que le dije al tipo”.
Andy Roddick
El tenista americano Andy Roddick ha mostrado su temperamento en varias ocasiones. En el Abierto de Australia de 2008, estaba jugando un partido por la noche en la tercera ronda cuando salió con su ahora infame diatriba “¿tienes orejas?”. Siguiendo una mala decisión de línea, Roddick se embarcó en una perorata de dos minutos al tiempo que compartía consejos a futuras generaciones: “Niños, quédense en la escuela o terminarán siendo un árbitro”.
Dos años después, en el Abierto de Estados Unidos de 2010, se le indicó una falta de pie. Ridiculizó repetidamente a la juez de línea que había indicado la falta, a pesar de las repeticiones que mostraban que claramente había cruzado la línea. Roddick comenzó a insultar y a cuestionar la calidad de los árbitros. Sin embargo, no se le penalizó, y la juez de línea fue reemplazada después de set.
David Nalbandian
En 2012, en el Campeonato AEGON, David Nalbandian estaba al frente en su final contra el futuro gran campeón Marin Cilic, cuando perdió la calma y pateó la caja del juez de línea después de un descanso en el servicio. La caja se rompió y lastimó la barbilla de un juez, lo que resultó en que Nalbandian recibiera una multa máxima de 12 560 dólares por conducta antideportiva. Además, como fue despojado de 57 350 dólares del premio del torneo, la multa total de Nalbandian fue de 69 910 dólares.
Jeff Tarango
El famoso exabrupto de Jeff Tarango surgió cuando ya tenía una mala reputación en el deporte por hacer trampa en el juego juvenil. En Wimbledon en 1995 se le multó con 43 756 dólares por “comportamiento agraviado y conducta contraria a la integridad del juego”. Después de un saque as en disputa, regresó a la línea de saque y gritó “cállense” a los espectadores, y después se mostró incrédulo cuando se le dio una advertencia. Procedió a criticar severamente al juez de silla, por lo que recibió otra advertencia, y posteriormente de forma sorprendente abandonó la cancha y renunció al partido, convirtiéndose en el primer jugador en hacer algo así en un torneo importante.
Posteriormente, Tarango fue suspendido durante dos torneos de Grand Slam.
Denis Shapovalov
Probablemente Denis Shapovalov no tenía la intención de golpear la pelota a 90 millas por hora directamente al ojo del juez de silla en la Copa Davis de 2017, pero eso fue exactamente lo que hizo lo que le condujo directamente a perder el partido. El árbitro, Arnaud Gabas, sufrió una fractura de la cuenca ocular, se sometió a cirugía, y regresó a la silla solo dos meses después. Desde entonces, Shapovalov dice que él y Gabas se han vuelto amigos.
Viktor Troicki
La tercera ronda del Abierto de Italia 2013 vio un maratón de rabietas de Viktor Troicki. Se enojó por una decisión y arremetió a despotricar durante cuatro minutos. Comenzó de forma normal, pero como la gente se comenzó a reír, Troicki aumentó su rabieta, haciendo bromas sobre el espacio, amenazando con retirarse y terminó arrastrando a un camarógrafo a la cancha para obtener un primer plano de la marca.