La imperfección de Diego Armando Maradona llegó a las canchas mexicanas, pero no a la primera división como quizás haya querido llegar. Llegó a un equipo del Ascenso MX que en ese entonces se encontraba en el fondo de la tabla y con un estadio a medio construir, con la ilusión de que los llevaría al campeonato y conseguirían jugar entre los mejores. Este equipo fue Dorados de Sinaloa.
La ciudad de Culiacán generó algarabía por recibir al máximo ídolo argentino, uno de los mejores jugadores del futbol en la historia que prometía una “revolución maradoniana” y el ascenso a la primera división mexicana. Esta historia ha sido recientemente transmitida en una importante compañía de streaming de pago y es muy interesante ver los acontecimientos que rodearon a Dorados y al estado de Sinaloa desde la presencia del astro argentino.
Desde su llegada, los medios dieron por hecho que esto era mas que nada un movimiento para la recaudación de dinero y espectáculo para la afición que algo deportivo que pudiera ayudar al equipo a salir del agujero negro en el que se encontraban. De la noche a la mañana, Dorados de Sinaloa se había colocado en la mira del futbol mundial.
La afición sinaloense rápidamente se involucró más con el equipo, tanto los que ya eran seguidores de Dorados como los que no lo hacían tanto, todos comenzaron a seguir la nueva historia que prometía cambiarse en los siguientes partidos. Rápidamente se catapultó al equipo para alcanzar las rondas finales de la liga de Ascenso MX con trabajo y sacrificio que el mismo equipo de Dorados puso en la cancha tras la motivación de un jugador histórico en el banquillo dirigiendo al equipo.
La llegada de Maradona genera en la población local una identidad que se había perdido con los Dorados, y el mismo equipo le dio un recibimiento en el que se sintió arropado, no sólo por los sinaloenses, sino por los mexicanos. Todo esto vino a levantar anímica y futbolísticamente a la plantilla de jugadores y cuerpo técnico con la ilusión de conseguir el ansiado titulo de ascenso, y era casi un hecho, sin embargo, un polémico desplante de Maradona le ocasionó una expulsión en el momento mas importante de Dorados, en la final de ida en casa donde derrotaron 1-0 al Atlético San Luis. La ilusión se mantenía viva de no ser por el partido de vuelta donde los sinaloenses cayeron por 4 goles a 2, perdiendo así la primera oportunidad para ser campeón.
Las cosas se pondrían más complicadas para el club después de que Maradona se ausentara tras una separación con su esposa y problemas de salud que lo alejaron del banquillo y de los jugadores por un tiempo. Fue catalogado de desastre, ya que ningún equipo en cualquier división mexicana había arrancado cualquier torneo sin director técnico.
La motivación estaba ausente dentro de todo el equipo y en la afición. Parecía que todo giraba alrededor de Maradona, que hasta el campo lucia en pésimas condiciones en la primera fecha del Clausura 2019. Había frustración y caras largas en los vestidores, era evidente que necesitaban urgentemente a su entrenador.
Después de pasar días en el hospital, recuperándose de un sangrado estomacal, Diego Maradona regresaría a Culiacán para unirse al equipo, mismo que le dio una cálida bienvenida. Diego se veía recuperado y con los ánimos completos, dispuesto a luchar por el campeonato de esta nueva temporada.
La historia todo mundo la conoce, Dorados llegó nuevamente a la final del torneo Clausura 2019 para enfrentar otra vez al Atlético San Luis. Cayó ante los potosinos y ahí concluyó la “revolución maradoniana” con la promesa de regresar en un tiempo que aún es incierto.