Pese a la dolorosa e histórica derrota de los Warriors ante los Celtics el domingo, no todo está perdido para Golden State, quieren regresar a las bases y buscar el campeonato de la NBA
Luego de la espantosa derrota ante los Boston Celtics, nos llega la primera idea de este contenido: sin Stephen Curry en el apogeo de sus artes, este equipo no tiene la más mínima chance de pelear por nada. El domingo, Steph terminó con 2-13 en tiros de campo incluyendo 0-9 en triples. Es la cuarta vez en su carrera que el mejor tirador de la historia tiene un 0-9 desde detrás del arco. Preocupa un poco más si aclaramos que es la segunda vez que ocurre en el curso 2023-24.
Los Warriors son Curry, pero no son “solo Curry”. Para nada. Hay más, y hoy se enfrentan a lo que consideramos un desafío emocional. Porque la temporada no está perdida. Es un grave error pensar eso. Por supuesto, está lo deportivo en primer lugar, pero el ajuste en el vestuario, el trabajo de alquimia que despliega Steve Kerr rumbo a la finalización de la temporada regular es lo que permitirá que la aguja señale el norte y no el sur en la tabla de posiciones.
El desafío emocional que atraviesan los Warriors no se apoya, por supuesto, en Curry, que es sin dudas su garantía. ¿Está perdida la temporada de los Warriors? No. En absoluto. La derrota por 52 puntos ante los Celtics, la tercera peor de la franquicia en su historia (perdió por 63 contra Lakers en 1972 y por 53 contra los Raptors en 2021 pero sin Curry, Thompson y Green), es calamitosa, pero tiene que tomarse como un llamado de atención importante ante la bonanza que venía en curso. Ni tan malos hoy ni tan buenos ayer. Recordemos que los Warriors, hasta toparse con los Celtics, venían en plena levantada -ocho triunfos en fila fuera de casa- y subiendo escalones en el Oeste.
A los Warriors les urge volver al lugar que les corresponde en la NBA. ¿Pueden pelear por todo? Difícil. ¿Ya no pelean por nada? Error.
Hagamos inteligencia invertida: Golden State puede perder con cualquiera, pero… ¿Quién quiere enfrentar a Curry, Thompson y Green en una primera serie de playoffs? Nadie. Porque no solo tienen materia prima para ganar: saben cómo hacerlo.
Los Warriors, en definitiva, son un león herido. Como alguna vez dijo Rudy Tomjanovich sobre sus Houston Rockets: “Nunca subestimes el corazón de un campeón”.
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