Derrick Henry ve a los Ravens como su mejor oportunidad para no dejar el deporte con las manos vacías
Las historias de Henry enterrando a los backs defensivos en el suelo y atropellando a linebackers son bien conocidas en Baltimore. La impresionante campaña de los Ravens del 2019 –conquistando la AFC Norte con una marca de 14-2– se vio colapsada por el dominio de Henry sobre la defensiva de Baltimore en la Ronda Divisional, incluyendo un feroz brazo rígido contra el safety Earl Thomas.
Aunque ha habido debate respecto a que Henry ha perdido vapor a la edad de 30, los Ravens creen que emparejar al dos veces líder corredor de la NFL con el dos veces Jugador Más Valioso de la NFL, Lamar Jackson, catapultará a Baltimore por encima de su escollo de postemporada, y de regreso al Super Bowl.
Mucha de la culpa de la derrota de los Ravens por 17-10 ante los Kansas City Chiefs en el Juego de Campeonato de la AFC se ha acreditado a la falta de correr el ovoide. Oficiales del equipo han intentado explicar a lo largo del receso de temporada por qué Jackson entregó el balón a sus corredores en solo seis ocasiones durante la derrota. Pero, la mejor respuesta de Baltimore hacia su compromiso al juego terrestre llegó el 12 de marzo, cuando los Ravens alcanzaron un acuerdo por dos años y 16 millones de dólares con Henry.
El historial de Henry incluye seis campañas consecutivas de 1,000 yardas desde la línea de golpeo y doble dígito de touchdowns. Es un nivel de producción consistente que los Ravens nunca han tenido. En las seis campañas de Jackson, Baltimore ha tenido solamente a un corredor de 1,000 yardas —Mark Ingram en el 2019– pero nadie que se le acerque al estilo de correr de Henry.
Los Ravens han tenido el ataque terrestre más dominante de la NFL en los últimos años, sin contar con un corredor dominante.
Ha sido Jackson quien ha elevado el juego a ras de tierra de Baltimore, liderando al equipo por tierra en cada una de las últimas cinco campañas, una marca de la NFL para un quarterback. Esa racha incluye la campaña de Pro Bowl de Ingram en el 2019, y es uno de los motivos por los que ningún corredor de los Ravens ha llevado el balón más de 202 veces desde que Jackson se convirtiera en quarterback titular a mediados de la temporada del 2018.
La división de la carga de trabajo de Baltimore no embona con el típico plan de juego que involucra a Henry.
Los Ravens están apostando a que Henry rompa la tendencia que caracteriza a los corredores de edad. A lo largo de la última década, solamente tres corredores han producido 1,000 yardas terrestres a la edad de 30 años o más: Adrian Peterson, Frank Gore y Raheem Mostert.
La temporada pasada, a sus 29, Henry tuvo una de sus peores temporadas en la memoria reciente, conjurando interrogantes acerca de su edad y declive. Su promedio de yardas terrestres por encuentro (68.6) y yardas por acarreo (4.2) fueron sus peores desde el 2018.
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