El estelar jugador de los Angels dijo que está dispuesto a moverse de posición por preservar su salud y mantenerse jugando más tiempo
Para nadie es un secreto que las últimas temporadas de Mike Trout han sido un total y completo desastre. Quien fuese visto en un momento determinado como el mejor jugador de Grandes Ligas, ha sido víctima del factor salud, el cual le ha abandonado por completo, especialmente en las últimas cinco temporadas.
De hecho, antes de empezar la temporada 2024, Trout fue cuestionado sobre los partidos perdidos y en un estilo poco característico, el jardinero de Los Angeles Angels respondió que haría hasta lo imposible por demostrar que seguía estando en la élite de los jugadores de MLB. Poco después tuvo que someterse a una cirugía de rodilla por un desgarro, el cual terminaría siendo el último clavo en el ataúd de esta campaña, cuando semanas después se anunció que una segunda cirugía era necesaria.
Las lesiones han mermado significativamente el tiempo en el terreno de Mike Trout. En los últimos cuatro años, apenas ha podido jugar en 266 de los 648 partidos posibles para los Angels (aproximadamente el 41 por ciento de los partidos), con 2024 siendo el peor caso, ya que solo pudo disputar 29 juegos, la menor cantidad de toda su carrera en una campaña.
Como comparación, entre 2012 y 2020, Trout jugó en el 89 por ciento de los juegos de los Angels. En sus cinco primeras campañas, jamás tuvo que ir a la lista de lesionados.
La pregunta obligatoria es qué pueden hacer Mike Trout y Los Angeles Angels para tratar de que el jugador pueda mantenerse por más tiempo saludable. Aunque no hay fórmulas mágicas, lo primero que debe hacerse es entender que ha llegado la hora de sacar a Mike Trout del jardín central.
La idea no es descabellada, Trout tiene 33 años, ha admitido públicamente que sabía que en algún punto de su carrera debería moverse hacia otra posición y qué mejor momento que para 2025, la temporada en la que cumplirá 34 años.
Nada asegura que un movimiento de posición defensiva vaya a mejorar de la noche a la mañana el tema de salud de Trout y que no se ausentará por posibles lesiones, pero no hay dudas de que reducir la carga de trabajo para un jugador con su historial, resultaría beneficioso.
Entre algunas lesiones notables que lo hicieron perder tiempo, desde 2017 a la fecha, podemos citar: desgarro del ligamento del pulgar (perdió 39 juegos en 2017), inflamación de muñeca (19 juegos en 2018), cirugía en un pie (19 juegos en 2019), tensión en una pantorrilla (122 juegos en 2021), inflamación en la caja torácica (30 juegos en 2022), ruptura del hueso hamato en la muñeca izquierda (74 partidos en 2023) y desgarrro de meniscos (133 juegos en 2024).
Con todas esas lesiones en los últimos años, tal como anteriormente se dijo, no quedan dudas de que Mike Trout debe olvidarse de volver a jugar en el jardín central.
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