Los problemas de Washington para detener la carrera sentenciaron al equipo en el Juego por el Campeonato de la NFC del año pasado
En la primera jugada del Juego por el Campeonato de la NFC, a los Washington Commanders les gustó la jugada defensiva que mandaron contra los Philadelphia Eagles. Y entonces, el ala defensiva Dante Fowler Jr. giró el extremo de la línea, tropezando al apoyador Bobby Wagner, y se abrió un carril para el corredor de los Eagles, Saquon Barkley.
No dejó de correr hasta cruzar la línea de gol después de 60 yardas.
La jugada puso en desventaja al equipo muy rápido y exhibió lo que había sido un problema durante toda la temporada: detener la carrera. La campaña del 2024 presentó una combinación de limitaciones y fallos, lo que resultó en una defensiva que se ubicó en el puesto N° 30 en yardas terrestres por partido y N° 28 en yardas por acarreo.
“Si no puedes detener la carrera, no puedes ganar partidos”, declaró el ala defensiva de Washington, Dorance Armstrong. “Por eso, nuestro objetivo principal este año es detener la carrera mucho mejor que el año pasado”.
De los 10 mejores equipos contra la carrera la temporada pasada, nueve llegaron a la postemporada. De los 10 peores, solo Washington llegó a los playoffs. Es una vida difícil de mantener, ya que solo cuatro equipos en los últimos tres años llegaron a la postemporada luego de terminar entre los 10 peores.
Además, como dijo un miembro de la organización, gran parte de ese problema se debió a la capacidad de detener a Barkley. En tres partidos contra Washington, corrió para un total de 414 yardas y siete touchdowns, con un promedio de 5.9 yardas por acarreo. Los Eagles superaron las 200 yardas terrestres en cada ocasión.
La culpa no se puede atribuir a un solo jugador, pero sí llevó a los Commanders a aumentar su tamaño en la línea. Los Commanders ficharon a los tackles Javon Kinlaw (6 pies con 5 pulgadas, 319 libras) y Eddie Goldman (6 pies con 3 pulgadas, 320 libras) y al ala defensiva Deatrich Wise Jr. (6 pies con 5 pulgadas, 280 libras).
Pero lo que les gusta a los Commanders es su nueva profundidad y versatilidad. Pueden usar a Goldman como tackle nariz en varias formaciones, lo que les da una apariencia más robusta que en el pasado. Planean usar a Kinlaw por dentro, pero él puede jugar de ala defensiva cuando usan sus formaciones de tres tackles defensivos en ciertas situaciones de acarreo.
Washington permitió 5.4 yardas por acarreo ante esas formaciones. Sin embargo, en sus últimos ocho partidos, incluyendo tres de postemporada, los Commanders permitieron 7.2 yardas por acarreo contra esas formaciones. Y un equipo los dominó en este aspecto: Philadelphia. Los Eagles corrieron el balón 59 veces contra Washington con dos o tres alas cerradas; promediaron 6.1 yardas por acarreo con ocho touchdowns.
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